Desde la inteligencia racional todo parece muy claro. ¿Pero quién nos garantiza que gran parte de nuestra organizada percepción no se compone de ficciones pueriles? ¿Acaso no fue plana la tierra para millones de personas durante siglos? ¿No giraba el sol en torno a nuestro planeta? Es cierto que podemos llegar a formular cuestiones primordiales. ¿Cómo surgió el cosmos? ¿Tiene sentido la vida? ¿Existe Dios? También es verdad que las ganas de saber y preguntar mueven la cultura hacia adelante. Pero admitamos que ninguna luz disipa las neblinas principales. En frentes absolutamente decisivos no llegamos a ninguna respuesta definitiva o siquiera parcial. Y no sólo en las grandes cuestiones sino en las "chiquitas". ¿Por qué amamos? ¿Por qué dura tan poco el placer? ¿Qué significa ser feliz?
L.
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