lunes, 6 de diciembre de 2010

Diciembre


Hay crispación máxima en diciembre. Es algo difícil de entender. Una sensación de que todo termina y lo hace mal. Los ánimos se encienden peligrosamente. En la calle se percibe el nerviosismo de las fiestas. El conjunto da miedo y produce llamas de inquietud. Los autos aceleran, el reggettón vibra en los escotes, las luces de colores alumbran los pinos erectos. Navidad de plástico y un mundo en feliz derrumbe. ¿Cómo conservar la calma en las almas de diciembre?
L.

3 comentarios:

  1. totalmente de acuerdo. no me banco esta época del año ¡no aguanto las fiestas! ¡que venga enero y traiga lo que nunca ha sido!
    xime

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  2. A mí me ayuda minimizar los estímulos innecesarios. En compensación, me gusta dormir mucho, y soñar..,y después, lo de siempre: leer, la música, escribir, resguardarme del calor y el ajetreo de la calle, pintar, y salir a caminar un poco al anochecer

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  3. hace falta ir a Oaxaca para vivir el otro diciembre : entre chapulines, huipiles y mezcal

    juro que hay otro

    c e l e s t e

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