Cambiando descansa. Eso dice uno de los 125 fragmentos recogidos, con perdón de la palabra, por los discípulos de Heráclito de Efeso. Cambiando descansa. La idea es perfecta para entender, por elevación, que no hay alivio en la eterna queja o la pasividad. Tampoco resulta útil culpar al mundo de todo lo que nos pasa. Más efectivo es actuar (cambiar) así sea de una manera gradual y demorada. No hay opción. Sólo el movimiento engendra movimiento.
L.
este posteo me viene justo para estos días.
ResponderEliminargracias.
celes