domingo, 2 de enero de 2011

Amor y tecnología


Así se titula un libro que leí fervorsamente en mi adolescencia. Técnicas sexuales modernas. Aún se lo ve en algunas librerías de culto o en puestos especializados del Parque Rivadavia. En aquella época yo necesitaba información básica que mis amigos ocultaban, o ignoraban, y que en mi casa no recibía. Hojeando las páginas ardientes de ese manual del sexo perfecto creo haberme enterado de todo o casi todo lo que debía saber. Memoricé posturas, supe de qué se trataban el sexo oral y el anal, entendí las distintas maneras de evitar un embarazo y hasta pude armar un mapa mental de las zonas erógenas. Varios años después comprendí que ese libro era totalmente inútil. La vida, las mujeres o no sé qué me enseñaron que no hay técnicas sexuales ni modernas ni antiguas. Hay -en cambio- palabras, silencios, amor, desamor, caricias, dudas, conexiones que se dan o no se dan. Más allá de eso no hay nada.
L.

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