Me dice un lector español que este blog parece tener teorías sobre todo. Y es verdad. Dice que casi no hay referencias a la vida cotidiana, a lo común, a lo de todos los días. Y también es verdad. El lector vive en el pueblito de Barajas, a diez minutos de subte del aeropuerto de Madrid. Me cuenta que el sitio es tranquilo y que sus habitantes disfrutan de una vida sencilla y no intelectualizan tanto las cosas. Eso puedo entenderlo. Uno al final se enrosca todo el tiempo cuando los días podrían pasarse de otro modo. Pienso en algo como caer suavemente por un tobogán o esquiar pendiente abajo en la montaña. Supongo que en un lugar como Barajas, Noruega o la isla de Pascua un blog como éste no haría falta. Tampoco digo que acá sea necesario. Pero es verdad que todos aspiramos a una vida más liviana y feliz donde se realicen los deseos. Una especie de Disneyworld a medida. Ojalá fuera posible. Por algo así brindamos todos, también los que hacemos este blog, hace poco. Y seguiremos soñando con eso aunque siempre quede en la boca un gusto a poco. ¿Y la vida cotidiana? Yo diría que es casi toda nuestra riqueza…para no decir toda. Trataremos de tenerla más en cuenta.
L.
L.
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