Empezar algo resulta más o menos fácil. Terminar se complica. Y terminar bien se complica el doble. No se sabe por qué pero así es. Un instructor de yoga ordenaba a sus discípulos posturas dificilícimas. Los alumnos conseguían hacerlas sin problemas. Pero muy pocos lograban mantenerlas. Y así con todo. Empezar el año, una pareja, un trabajo, un curso, una aventura...eso cualquiera lo hace. El problema es sostener lo iniciado hasta el fin.
L.
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