Hay un muy recomendable libro de Italo Calvino llamado Por qué leer a los clásicos. La idea central ahí es rescatar del océano de títulos y volúmenes esos pocos que nunca terminan de decir lo que tienen que decir. Esos libros que se pueden releer diez mil veces con el mismo interés, los que pasan la prueba del tiempo, los que siempre son actuales. No digo que solamente debemos leer a Cervantes, Rulfo, Shakespeare y Homero (no Simpson). Cuando hablo sobre el tema en una reunión no falta el que dice, muy amplio y abierto, yo leo de todo. Bien por él. Pero todo no se puede. Baste pensar, además, que la vida es corta y que por amplias que puedan ser las lecturas de un individuo siempre queda un número enorme de libros fundamentales (como el Ulyses de Joyce o los nueve cuentos de Salinger) que quedarán, posiblemente, para otra vida.
L.
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