lunes, 6 de septiembre de 2010

Bajo el agua


Y de pronto caí al mar, y detrás los pianos, las cartas, los corpiños. Allá arriba todos esperaban el milagro. Cuando abrí los pianos descubrí que estaban desafinados o desdentados o muertos en vida. Mis padres gritaban desde la superficie. Me decían que así no iba a sobrevivir. Que me olvidara de los pianos. Yo los tranquilicé. Hace tiempo que aprendí a respirar bajo el agua. Eso les dije en mi lenguaje de burbujas. Y me hundí para siempre en un piano de cola.
L.

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