Le cuento a la psico una serie de historias. Todo sin novedad. Ella dibuja o escribe algo en un cuaderno grande. De pronto mira como desde lejos y hace una pregunta inesperada. ¿Qué lo entusiasma? Yo estaba cansado, agobiado por una larga sucesión de lunas negras, con pocas ganas de responder a cuestionarios. ¿Qué me entusiasma de qué?, intento aclarar o ganar tiempo. Ella no dice palabras y retoma sus dibujos o ideogramas. Yo vuelvo a sumergirme en un vaso lleno de silencio y sed. Pero la mujer insiste como la canilla que siempre queda abierta en algún lado. ¿Qué lo entusiasma?
L.
L.
La pregunta por el deseo es la más difícil de todas...Pero debe haber una respuesta posible. Felicitaciones por el blog.
ResponderEliminarAleida