miércoles, 29 de septiembre de 2010

Por delicadeza perdí mi vida


Hay mil formas de eludir. Mil excusas nos alejan de lo esencial. Por alguna razón postergamos la realización del acto demoledor. Lo hacemos en nombre del deber. O para quedar bien con alguien. ¿Hasta cuándo este raro ejercicio de simulación? Hay que ir al punto de una buena vez. Por delicadeza perdí mi vida, solía decir Rimbaud. A veces conviene ser brutales, obscenos, torpes, indiscretos, sucios, puercos, inmorales. Cualquier cosa es mejor que abandonarnos y dejar para después lo que debemos hacer hoy, ya, ahora mismo.
L.

1 comentario:

  1. Recuerdo a María Elena Walsh : Si por delicadeza perdí mi vida quiero ganar la tuya por decidida. Sin duda conocía a Rimbaud. Cuando nos enfrentamos a situaciones injustas o manipulaciones de la verdad a veces se hace necesario el portazo. La delicadeza deja de ser una opción. No hay lugar para los tibios.
    Graciela B
    Graciela B

    ResponderEliminar