El amor se hace pero también se deshace. No se sabe cómo ni cuándo. La causa nunca es clara. Así como sorprende su comienzo desconcierta igualmente su final. Alguien dice basta y se aleja. Alguien calla. Si uno no quiere dos no pueden. Y si dos no pueden lo que alguna vez fue madeja regresa a la condición de hilo. Al igual que en las mudanzas el cambio no es fácil. Es más lindo armar que desarmar. Hay que llenar cajas, vaciar otras, llamar a un camión y hacer una fogata para terminar con todo. Pero donde hubo fuego...
L.
Si lo sabré...
ResponderEliminarM.