domingo, 19 de septiembre de 2010

Domingo


Sólo nos queda mirar la luz de la luciérnaga. Ese último chispazo de la hoguera del verano flotando en el silencio del bosque. Miremos la luz de la luciérnaga. A ella se ha reducido el mundo. Domingo a domingo se sucedieron rostros besados junto a ramos de nomeolvides. Son sueños secretos que se espían entre un confuso murmullo de grillos y relojes. Ahora no sabemos qué hacer. El rocío de la mañana se evapora en las manos. No sabemos qué hacer entre los muros desolados. Miremos la luz de la luciérnaga. Sólo nos queda mirar la luz de la luciérnaga. Ese débil chispazo de la hoguera del verano / más débil que la memoria de una ola.
Miremos la luz de la luciérnaga.
A ella se ha reducido el mundo.

Jorge Teillier, poeta chileno, 1935-1996.

3 comentarios:

  1. Esta es la magia de los poetas. Suelen llegar en el momento justo. Voy a mirar la luz de la luciérnaga.
    Gracias
    Graciela B

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  2. No sabemos que hacer entre los muros desolados,
    y el mundo se nos hace cada vez más pequeño como al ratón de la fábula de Kafka.Que alegria que existan Tellier y Gruss.En este momento creo en la luz de la luciérnaga.solo ahora.en este instante.gracias.

    Maria Rosa

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  3. Que lindo texto y que buena foto, las flores bancas sobre fondo negro; como la luz de la luciérnaga. Domingo.
    e

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