sábado, 18 de septiembre de 2010

Parejas


Al principio las parejas se unen por una especie de mística vislumbrada en pequeños pero certeros rituales de encantamiento. Poco a poco, sin embargo, los pases mágicos van mutando o disminuyendo. Los amantes se llaman menos, faltan las flores nuevas de la primera cita, abundan las excusas, se discute por tonterías o directamente no se discute por nada. Los duendes del primer día ya no encuentran conejos en la desvencijada galera. La pasión se torna costumbre y la costumbre rutina. No es fácil escapar de esta secuencia. Pero tampoco es fatal que se cumpla. Sólo el amor -dice el poeta- convierte en milagro el barro.
L.

2 comentarios:

  1. El final compensa e ilumina el post. También hay rutinas amorosas q no deberían perderse. Felicitaciones por el blog.
    Jeanette

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  2. "Es claro que podemos seguir amando a una persona a pesar de la erosión de la costumbre y la vida cotidiana o de los estragos de la vejez y la enfermedad. En esos casos la atracción física cesa y el amor se transforma. En general se convierte no en piedad sino en com-pasión, en el sentido de conmpartir y participar del sufrimiento del otro".
    Octavio Paz / Tomado de "La llama doble.

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