miércoles, 3 de noviembre de 2010

Contra la repetición


Cuando no se recuerda algo especialmente doloroso (una muerte, un abandono, una derrota), cuando se lo ignora, la tendencia natural es volver a repetir la escena muchas veces. Esta regla psicoanalítica fundamental explica diversos comportamientos habituales y patológicos en nosotros. Alimentamos vínculos enfermizos, permitimos alegremente los ataques del entorno, nos entregamos a un goce inmediato (sexual, alcohólico, fumado, televisivo) que a la larga se tornará en desgracia. ¿Cómo salir del atascamiento? No hay otro camino que el recuerdo, elaborar a fondo ese pasado, simbolizarlo y llevarlo al terreno del discurso. Es cierto que algunas palabras matan o casi. Pero muchas otras, las que nacen como flores inesperadas entre las piedras, pueden liberarnos para siempre.
L.

3 comentarios:

  1. Hace tiempo, haciendo terapia, recordé algo que no lo tenía en la conciencia; con eso bastó para que algo dentro de mí empezara a moverse y a tomar forma. Evidentemente algo de liberación existe al momento de la revelación, sin embargo también luego viene una parte difícil, que es la de convivir con el recuerdo. Me cuesta un poco creer que con verbalizarlo uno logre superar esos traumas.

    Me gustan sus entradas, chicos.

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  2. Doy fé de lo que dice este post porque es el momento que estoy atravesando y el que atravesé.
    No hay mejor manera de entender lo doloroso (sea lo que sea) que transformándolo, que entendiendo, atraversarlo, llegar al fondo de eso e interpretar.
    La imagen, "casi por milagro" dejará de aparecer y tornarse turbia. Al tiempo, habrá claridad...
    A.P

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  3. "De vez en cuando
    camino al revés.
    Es mi modo de recordar.
    Si caminara sólo hacia delante,
    te podría contar
    cómo es el olvido"

    Humberto Ak´Abal (Guatemala)

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