viernes, 5 de noviembre de 2010

Nadar contra la corriente


Nadar contra la corriente tiene un precio. No es más alto que el costo de nadar a favor. Todo cuesta. A favor, en contra o en el medio. Pero nadar contra la corriente y hacerlo, además, de noche, tiene un valor agregado. En el silencio se oye mejor el golpe de los brazos y las piernas. El agua, que es mujer, se ahueca profundo para el nadador solo, desnudo, enérgico. El extraño deportista se fortalece en la soledad del cuerpo y las ideas. Se aleja y al hacerlo despierta la envidia de los que siempre eligieron la natación conformista. Los obedientes admiran al desobediente. Pero el desenlace, para éste último, no suele ser beneficioso. Al contrario. Nadar contra la corriente puede costarle, por lo menos, la vida.
L.

2 comentarios:

  1. guevara nadó contra la corriente. jesús también. y con ellos algunos artistas y anarquistas célebres. todos, claro, terminaron mal. excelente post. para pensar.
    ludmila

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  2. Gruss Willis! Di con tu blog gracias al de mi hermana, Bianca Damiano. Fui ex alumno tuyo.
    Mando un gran abrazo y te dejo la dirección de mi humilde sitio www.enganchate.blogspot.com

    Saludo!

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