Sin curiosidad no hay periodismo. Ya sea para escribir notas o conducir programas de radio o televisión la indiferencia no resulta. Un periodista que no se interesa por lo que pasa en su entorno, que no va al cine, que no lee, que no busca enriquecerse en otros terrenos, que no intenta mejorar al menos un poco de lo que está, no será un digno representante de su oficio. Los egoístas, los cínicos, los trepadores y ambiciosos pueden ser eficientes apenas como operadores técnicos. Pero jamás lo serán en el sentido humano, ético, solidario y sensible. Es bueno amar la profesión pero sin idealizarla y sin pensar que una nota, un reportaje o una denuncia van a cambiar el mundo. La historia pasa por otro lado.
L.
Lo dijo Kapuscinski, "los cínicos no sirven para éste oficio". No ser cínico significa, entre otras cosas, dejarse tocar por los acontecimientos, ir al encuentro del otro, ser sensible a los hechos y las personas. Al igual que la forma hace al contenido, la mirada hace el reportaje.
ResponderEliminarPero difícilmente se alcanzará esa mirada si el periodista permanece encerrado en las cuatro cómodas paredes de la redacción.
Gabriela D.