Demasiada sinceridad cansa, aburre, interesa poco. Imaginar la vida es mejor que copiarla o reproducirla infinitamente. Escuchar música con los ojos cerrados. Soñar imposibles. Hacer de lo prohibido una flor de alta montaña. Un secreto bien guardado. Cuanto mejor eso que la autorreferencia constante o la masturbación colectiva que se expande por el mundo. Mejor nutrirse de la vida para volver a crearla por ejemplo hoy, ahora, en este sábado de gloria.
L.
La abstracción es una capacidad que ante el exceso de imágenes se va perdiendo igual que el asombro. Sin embargo ambas son necesarias para recrear la vida descubriendo lo glorioso que cada día puede esconder.
ResponderEliminarGraciela B