miércoles, 3 de noviembre de 2010

Trabajos de amor perdidos


Supe la historia de una mujer rechazada por su novio que, para recuperarlo, encargó a un editor la publicación artesanal de unos poemas que luego envió autografiados al hombre de sus sueños. En el momento de la ofrenda el ex se conmovió y regresó. Pero a las pocas semanas volvió a alejarse definitivamente. También yo abandoné y fui abandonado. También hice cosas ridículas como armar fogatas con ropas, fotos y recuerdos. O hacer envíos delirantes por correo desprendiéndome de libros y objetos muy valiosos para mí. Perder una pareja que uno creía definitiva (eterna) es algo siempre doloroso. Las víctimas hacen, hacemos, cosas absurdas. Nos arrodillamos, caemos en la humillación, lloramos como chicos por gente de esta tierra que elevamos a la condición divina. Nadie justifica semejante nivel de vaciamiento. Tarde o temprano, sin embargo, entendemos que el esfuerzo ha sido inútil. Fueron trabajos de amor perdidos. ¿Habremos aprendido la lección?
L.

3 comentarios:

  1. "Nadie justifica semejante nivel de vaciamiento", quizas este vacio es el propio, lo unico que hace el quedarnos sin una pareja, es obligarnos a vernos a nosotros mismos y confirmar algo que sospechabamos,pero que aun no era una certeza...

    ResponderEliminar
  2. Lo mas lindo de todo es reinventarnos despues de esa situación y darnos cuenta de que estabamos idealizando al otro, a uno mismo y a la relación...lo que viene siempre es algo mejor, aunque parezca un lugar común , a mi la experiencia me lo demostró...aunque sea inevitable caer por un tiempo en ese yo romantico que sufre y se muere y hace todo por ese amor que se nos va y no hay manera de evitarlo.

    ResponderEliminar
  3. La diferencia entre víctima y oprimido es que, la víctima nunca hace nada para cambiar ese rol, quizás porque no puede o no quiere. El oprimido, en cambio, busca soluciones e intenta cambiar el rol donde está.
    Usted, en ese momento, sería oprimido o víctima?

    Agustina,

    ResponderEliminar