lunes, 8 de noviembre de 2010
El paraíso
Todos fuimos expulsados del paraíso. Los creyentes del jardín del edén o del reino de los cielos. Los comunistas de un mundo perfecto y justiciero. Los demás de una infancia idealizada, de un amor que no fue, de un acto que, de haberse realizado, habría sido garantía de felicidad plena. Todos arrastramos esa carencia inicial e insalvable. Con ese agujero a cuestas debemos aprender a caminar, vivir y amar como si todo (todo) estuviera aun por comenzar.
L.
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De alguna manera ese paraíso perdido se puede convertir en el motor de la humanidad. Algunas novelas, cuadros y canciones intentan revivir las sensaciones del pasado, a los seres queridos que han partido, los recuerdos cada vez más turbios de la juventud. Eso no significa necesariamente que se idealice el ayer. Hasta en el paraíso hay mosquitos y los que se crean artísticamente no se escapan de esa ley.
ResponderEliminarGabriela D.
Se trata de mirar mejor las sombras y encontrar las gamas...
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