domingo, 7 de noviembre de 2010

Erotismo cotidiano


La mujer duerme boca abajo. El hombre está desvelado y lee. En algún momento apaga la luz y se vuelve de costado. Apoya el muslo de su pierna izquierda sobre las nalgas ligeramente elevadas de la mujer. No hay en eso intención alguna. El cuerpo busca apenas comodidad. Unas horas después la mujer despierta en sueños. Trata de girar pero la pierna del hombre se lo impide. La situación resulta agradable. No hay intención alguna. El hombre duerme ya.
L.

2 comentarios:

  1. ¡Qué bonito! Gracias.

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  2. me encanta!
    te sigo desde barcelona. bah, desde un trozo de neuquén en barcelona.

    te sigo luis. seguí!

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