El viernes promete sábado y el sábado una noche inolvidable. El fin de semana se abre como un abanico de infinitas posibilidades. Pero pensar en ellas , matar el instante a cambio de un paraíso probable y eventual, no permite consagrarnos en cuerpo y alma al día de hoy. Hay gente que no ve el momento de que lleguen las vacaciones, las fiestas, los amores y los viajes del futuro. Y no lo ve porque ese momento no existe. Lo único visible y palpable es este viernes de cenizas. ¿Mañana es mejor? Puede ser. ¿Pero estamos tan seguros? ¿Y si fuera hoy el último día de nuestras vidas? ¿No deberíamos abrazarlo hasta ahogarnos en su pecho cálido y abierto?
L.
sí deberíamos-
ResponderEliminarSería bueno tratar a los días con una intensidad proporcional a la fragilidad de nuestras vidas. somos tan tan fragiles -no hablo de lo emocional- sino de la materia. de estar un día y el otro no. y por consecuencia supongo que estamos hablando de emociones.
es bueno encontar esta especie de casa en el árbol (eso es Suspende para mi).
Blu e
los viernes son azules
esa es la definición de estrés! la preocupación por el futuro y el lamento o añoranza por un pasado mejor o peor. Vivir es HOY!
ResponderEliminarJAjajjajaja si, domingo de ceniza, sábado de gloria........ y ahora mismo, este mate con yerba con palo mmm
ResponderEliminar