En algún momento los hombres necesitan establecer un cable a tierra. Primero hablan de la cuestión con un amigo. Y luego salen de cacería, cazan o se casan. Tarde o temprano la mujer se vuelve real y ocupa un lugar privilegiado. Cuando ella falta sobreviene el desamparo. Cuando no falta sobreviene el peligro. Como sea. Todo parece funcionar mejor en compañía. Cuando ella se va el hombre se siente despojado de su historia. La vida en pareja plantea problemas cuya solución, aunque parcial, no es imposible. Todo marcha mejor si la elegida tiene proyectos propios. Todo marcha mejor si los varones tienen proyectos propios. Y el "equipo" se potencia inmensamente si los dos son conscientes del desasosiego (la angustia) que para todos implica el simple hecho de vivir.
L.
L.
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