Negar la jaula no significa matar al pájaro. Al contrario. Liberado de instituciones, deberes, papeleos, familias y catedrales el amor en pareja puede llegar alto. Compartir la angustia y la delicia de existir ilumina los días. Ya no se trata de pasarla bien o mal. Es suficiente el acto de transitar un camino sin objetivos. Ni siquiera importa el tema del que se hable. La prueba de amor definitiva consiste en poder estar juntos y en silencio. Así concebida la pareja no se encierra en sí misma, no niega el dolor ajeno, intenta hacer algo para mejorar la vida y el entorno, se compromete con los otros. Cargada de mundo y en lucha contra él la pareja construye un equipo indestructible. Descartada la falacia del amor para toda la vida tanto el hombre como la mujer saben que lo conquistado puede extinguirse en cualquier momento. Esa posibilidad no los desalienta. Los estimula en cambio a cuidar amorosamente lo que tienen. En la cama, en la mesa, junto al mar o en un basurero los amantes disfrutan plenamente el hecho de estar juntos. Pueden pasarse horas ante la vidriera de una ferretería y sentirse en el paraíso. Para que todo fluya la palabra amor debe rimar (sí o sí) con la palabra humor. La alegría es afrodisíaca. Negar la jaula es afirmar la vida.
L.
Liberar al pájaro de instituciones, deberes, papeleos, familias y catedrales... falacia menos convincente que el amor para toda la vida.
ResponderEliminarJ.
Sólo el pájaro que esté dispuesto a volar va a hacerlo. En cambio, aquel que niegue que es posible la libertad, lo único que está haciendo es autolimitarse, cortandose las alas. El cielo es el límite, escuché una vez. Julieta pretendió que Romeo renunciara incluso a su nombre por amor, pero no así lo hizo ella. Si ambos en una pareja están dispuestos a volar, no van a librarse de instituciones, deberes, papeleos, familias y catedrales, simplemente van a estar muy por arriba de ellas.
ResponderEliminarA.Sherif
Lo conquistado puede extinguirse en medio de un mundo conspirador. Creo que en la fragilidad del amor reside su fortaleza. Nos vuelve creativos y tolerantes y así descubrimos al otro y nos descubrimos y juntos creamos nuevos caminos que nos unen sin enjaularnos. También creo que el toque de humor puede ser maravilloso.
ResponderEliminarGraciela B
Hola Luis, Andrea, conozco hace poco el blog, disfruto enormemente los escritos y reflexiones, los quería saludar.
ResponderEliminarun abrazo
Dudo de la instintución (matrimonio), dudo de la idea (amor). Pero la duda se basa en la certeza. Creía en ambos el segundo después pensarlos, y cada momento los niego el segundo antes de pensarlos.
ResponderEliminar¡Que viva el amor que se fue! ¡Que viva la soledad que viene !
Es cierto que el amor no es eterno, y no rotularlo tampoco garantiza que vaya a durar. Cada cual con su historia, la cuestión es no vivirlo como una tortura y no perpetuar lo que está definitivamente roto. O lo que uno descubre que nunca existió.
ResponderEliminarY disfrutar cuando está, hacer todo lo posible para insuflarle aire a ese fuego incipiente para que se convierta en una fogata grande y ardiente. No puedo pensar en una vida sin amor, no la concibo.