miércoles, 3 de marzo de 2010

Las mujeres saben todo II


En todas las épocas se hicieron intentos por acotar el silencio que toda mujer encierra entre sus pliegues. Ella es siempre lo otro para el hombre. Es su enemigo y complemento. Intentando aproximarse a esa zona de riesgo y fatalidad los poetas surrealistas consideraron a las chicas involuntarias y sagaces mediadoras. Paul Éluard inventó en ese afán la palabra medieuses. Lo hizo postulando a las mujeres como puente posible entre el hombre y el universo. O como exquisitas intermediarias entre la tierra y el cielo. André Breton (figura clave de ese movimiento que intentó unir vida, arte y sueños en un grito del espíritu) veía en la mujer al único poder eterno ante el cual vale la pena inclinarse. Desde ese lugar ella pasó a convertirse en un factor privilegiado que se ofrece como espacio abierto para el despliegue de ilimitadas y acaso excesivas ilusiones.
L.

2 comentarios:

  1. Qué lindo texto Luis, es romántico. Yo también pienso que las mujeres tenemos algo (no sé como llamarlo), tal vez intuición y en lo físico complejidad de hormonas, pero después de leer Mujeres que corren con Lobos, me di cuenta de que además podría ser el resultado de siglos de lucha por sobrevivir en todas las culturas.
    De todas maneras, el hombre también es un enigma para la mujer, territorio de fantasías y deseos confusos.
    Eugenia

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  2. Excesivas. Sin duda, excesivas ilusiones.

    J.

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