Aprendemos acontecimientos básicos de la existencia -nacer, hablar, enamorarnos, respirar, soñar, morir- sin el auxilio de maestros. La enumeración es obviamente parcial. Basta preguntarse quiénes fueron hasta hoy los maestros de vida de cada cual y descubriremos esa figura en personas dotadas de un don que no siempre va acompañado de título habilitante. Puede ser un amigo, un compañero de viajes y hasta un abuelo. Mi maestro de adolescencia se llama Jorge Tanus, es psiquiatra, ahora está ciego y vive en Madrid. Cuando no estaba ciego y vivía frente al parque Las Heras me enseñó que si aparece un problema la solución no es eludirlo sino atravesarlo. Algunas ex novias me entrenaron también en muchas cosas. Una de ellas me enseñó a lavarme los dientes bajo la ducha, es decir, realizar dos tareas en una con menos gasto de agua y tiempo. Otra, más reciente, me demostró que la manzana rallada y la rúcula combinan bien para ensaladas. Artísticamente mi maestro insuperable fue el dibujante Roberto Páez. El me enseñó que si aparece una mancha en el cuadro o en la vida no debo rechazarla sino incorporarla plásticamente a la obra. Mi maestro de periodismo ha sido Tino Sicilia. Tomé dos meses de clases con él y aprendí lo necesario para desarrollar el oficio con la mayor eficacia. Mi actual maestra de vida se llama Miriam Bercovich. Es médica y psicoanalista lacaniana. De ella aprendí que no puedo cambiar a nadie. Y algo más importante. Que el amor no es el eje organizador de una vida y mucho menos la tabla de salvación. El motor privilegiado debería ser el trabajo y los proyectos personales. Su principal enseñanza fue hacerme entender que el mejor educador está en nosotros mismos. Sé tu propia lámpara, dicen los budistas.
L.
L.
Voy a pensar en todos mis maestros, creo que en la lista habrá un tal Gruss. Quizás algunos fueron y son maestros sin saberlo, sin proponerlo, de la manera más natural, que en definitiva es la mejor.
ResponderEliminarMe gustó mucho la idea del post, como siempre, la escritura acompaña cada idea con claridad.
Mi maestro de la vida es Daisaku Ikeda "Si usted enciende una antorcha para otros, iluminará su propio camino".
ResponderEliminarMi Maestro de periodismo es Gruss:"Van a entrevistar a un escritor y no leen sus libros..."
Mi maestro del No-periodismo es Marcelo Bonelli
"Hay muchos indicadores de debilidad en la economía... no sé cuales"
Mi Maestro más gracioso es Jirafales "TA-TAA-TA-TAAAA"
Maestro... disculpe ¿tiene fuego?