Tarde o temprano uno descubre que las mujeres saben todo. Parece que hubieran nacido con una información adicional. Para colmo tienen la virtud o el defecto de hacernos recordar (sobre todo en la cama) que venimos de su vientre. Hasta se diría que quieren volver a meternos adentro. Y si son hermosas dan miedo. Usan la belleza como un escudo invisible en el que todos al fin nos estrellamos. ¿Y quién puede evitarlo? Si las observamos con atención hay mucho que aprender de ellas. La enseñanza nunca es directa. Pero por alguna razón funciona. Todo lo que sé lo aprendí de una jovencita (admitió Kierkegaard ante la evidencia). No de ella sino a causa de ella.
L.
Es cierto. Las minas tienen eso. Y como decís al final, a veces no son ellas la causa del "aprendizaje" sino lo que ellas, aún sin saberlo, provocan en nosotros...
ResponderEliminarEmilio
creo que mas que saber todo, saben el poder que tienen sobre nosotors. Ese poder que nos hace capaces de cometer el acto mas estupido, mas loco, el mas cuerdo. Con tal de satisfacerlas, con tal de conquistarlas. Pero por sobre todo, ese poder que tienen para hacernos pensar que son todo en nuestra vida.
ResponderEliminarGaston J