Tanto viaje para qué. Soñé con altas olas, bosque a los costados, cabaña de troncos, nieve en cantidad. Pero el lugar era distinto a lo esperado y la imaginacion me traicionó. A veces tengo ganas de tomar helado. Muchas. Pero cuando salgo con la crema derritiéndose en los dedos aparece puntual la desilusión. ¿Esto era? Y así con todo. El precio de concretar los sueños es la insatisfacción. Hay algo que siempre falta. Quizás tenga que hacer dieta con el deseo. Comer poco. Casi nada. Alimentar el hambre. Llenar el vaso de sed.
L.
L.
Buena imagen. Alimentar el hambre. Hasta los nutricionistas aconsejan quedarse con ganas al cenar o almorzar. Y eso se aplica a todo. También al amor y al sexo. Mientras estemos habitados por el vacío todo puede suceder. Si nos llenamos estamos fritos. Muy buen post.
ResponderEliminarMicah
Entonces... ¿desear menos?
ResponderEliminarEntonces... ¿desear menos?
ResponderEliminarMuy bueno el post. Abrazo, egk
ResponderEliminarEn la insatisfacción hay un punto moribundo de deseo, es cierto. Pero como se hace para bajarlo? para estancar un poco la idea de cualquier cosa deseada: de amor, de tiempo, de sueños, de ideas...hablo en general, ¿cómo se baja el deseo? ¿concretandolo? ¿haciendolo dormir? ¿avanzando en su búsqueda cueste lo que cueste?
ResponderEliminarUno vive y escribe desde el vacío. Sin ideas. Cuando empecé a pensar la cuestión sólo recordé algunas situaciones. El final del post (la dieta del deseo/alimentar el hambre)vino solito. Supongo que se relaciona con no llenarme de metas y actividades. Privarme de esas comidas tan ricas. Estar quieto. Hacer apenas lo necesario. En vez de atragantarme dibujar una equis en la vida. Y esperar en calma sin esperanza ni desesperación.
ResponderEliminarL.
Claro, pero mi pregunta apunta a cómo hacés para bajar , para estar quiero, para privarte...¿cómo salís del querer atragantarte al hacer apenas lo necesario?
ResponderEliminarMuy bueno!
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