Fuimos educados para bailar por un sueño, estudiar por un título, trabajar por un salario y enamorarnos para formar una familia. La lista podría continuar hasta el infinito. ¡Hasta se viaja para conocer gente! ¿No habrá llegado la hora de hacer las cosas por el solo placer de hacerlas? ¿No es tiempo ya de bailar por bailar?
L.
L.
También cogemos para tener hijos, vamos a talleres de arte "para expresarnos", leemos el diario "para estar informados" y tomamos vino o nos drogamos "para relajarnos". Apoyo la idea del post. Habría que hacer al menos una cosa en la vida, una sola, sin porqué ni para qué. Por ganas de hacerla y listo.
ResponderEliminarSaludos,
Marcos
que bueno haberlo leido y haberlo recordado. en el momento exacto. gracias.
ResponderEliminarY la danza es sin dudas para mí el camino de placer más infinito que hay en conexión con mi cuerpo. La danza es terapeutica, es motivadora, eterna y efímera a la vez.
ResponderEliminarA.