viernes, 27 de agosto de 2010

Revolución permanente


Mejor que la revolución total y definitiva es la revolución permanente. Nada alcanzado, nada por alcanzar, estado de cambio incesante, muerte y resurrección continuas. No dar nada por sabido. No dar nada por vivido. No considerarnos hechos porque tenemos un auto, una casa, un trabajo, un título y una pareja. Una vida no se resuelve ni por esa vía ni por ninguna otra. Al contrario. Una vida es un camino incierto, una apuesta, un viaje sin garantías. ¿Y qué cosa es triunfar? ¿Qué significa exactamente fracasar? Mejor que la revolución total y definitiva es la revolución permanente.
L.

5 comentarios:

  1. Seguir en movimiento. Sino, que sentido tiene vivir?

    O.

    ResponderEliminar
  2. Yo no hablaría de revolución como el único modo de intensificar el sentido de la vida. Hablaría de la necesidad de mantener viva nuestra capacidad de asombro como los chicos. Creo que cuando uno es capaz de vivir con asombro cada día nada da por definitivo o conocido. Despierta luego la curiosidad que nutre la duda, la crítica, la reflexión,indaga y busca respuestas. A lo mejor después la revolución es necesaria pero no empezaría por allí.
    Graciela B

    ResponderEliminar
  3. Hoy escuché una frase que me gustó mucho. Dice así: La felicidad consiste en lograr de grande lo que uno soñó de chico.

    ResponderEliminar
  4. Hola Luis, cómo estás? adhiero plenamente con lo que planteás, la vida no pasa por conseguir un auto, una casa, un trabajo, un título ni una pareja. Estoy convencida de que debajo de todos ojetos externos subyace el profundo temor a la soledad y desamparo que es condición inherebnte de lo humano. Por lo que hay una tendencia a apegarse a lo conocido y a lo "seguro"?, en fin: ellos creen que ya llegaron, pero como vos bien decís lamento desulionarlos pero garantías no hay de nada, mucho menos en el plano afectivo,es simplemente una ficción...el máximo exponente es la institución del matrimonio. La pregunta es la siguiente: ¿cómo escapar a todos estos mandatos sociales? que desde ya están regidos por una arbitrariedad absoluta, con qué vara se determina que es el éxito y qué es el fracaso?. Definitivamente creo que por todo se paga un costo, ya sea por estar dentro del rebaño de quienes se dicen ser "exitosos" o por elegir ser un "fracasado", todo depende del costo que uno esté dispuesto a pagar...pertenecer y estar condenado al éxito, siendo rehén del sistema o tener la capacidad de elegir y ser segregado por ser diferente.
    En fin, los dejo pensando.

    Cariños,
    Paola.

    ResponderEliminar