miércoles, 11 de agosto de 2010

La interrupción


Si el amor no sirve para descansar de la guerra que se lo coman todo. Si la pareja no permite dejar de pensar, de odiar, de planear estúpidas venganzas, entonces bueno, entonces nada. Si además del necesario paréntesis sexual, anal, rural, espiritual, no hay un estanque de sol y afinidad, si no hay refugio, si no hay trinchera, si no hay país del sueño y del estío, mejor que no haya nada. El amor (si es amor) interrumpe algo que duele, que persiste y no se acaba. El amor abre una puerta al pie de una ciudad sin puertas.
L.

3 comentarios:

  1. La contracara a esta visión son esos amores que suman más guerra a la guerra, quiero decir, que no tranquilizan sino más bien todo lo contrario. ¿Será amor también eso?
    Mauro

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  2. El amor crea, como la puerta en la ciudad sin puertas.
    Amaranta

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  3. ay, tan cierto. es amor lo que necesito para descansar de tanta guerra.

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