domingo, 29 de agosto de 2010

La cultura como adorno


Están los que se rodean de cultura y decoran la casa y hasta sus prosaicos genitales con bellas teorías literarias, historiografías lustrosas, sofías y geografías que dan brillo a los pisos y a las reuniones solemnes. Son los que se la pasan en el Malba o en el centro Borges. Los que no pierden las presentaciones de libros en la Biblioteca Nacional. Los que se llenan la boca de citas y autores y referencias de altísima categoría. No son cultos sino culturosos o, cuando mucho, eruditos con buena memoria. Los cultos de verdad no se jactan de lo que saben. Simplemente lo saben. Los cultos de verdad rechazan la cultura como hoja de parra, maquillaje o muñequito sobre la torta. La ven apenas como herramienta. La ven como un camino sin fin ni principio. La ven como algo necesario para pensar, relacionar y entender alguna cosa de esta vida.
L.

2 comentarios:

  1. Completamente de acuerdo. Sin embargo, pienso que es facil catalogar a los demas dentro del grupo de cultos o culturosos, pero como se categorizaria uno mismo? Creo que todos creemos ser alguien que no somos. Nos comemos un personaje y nos esforzamos para sostenerlo. Ni los cultos ni los culturosos deben estar 100% seguros sobre a que grupo pertenecen.

    O.

    ResponderEliminar
  2. Pequeño Saltamonte: Saber que no se sabe, eso es humildad, diría Lao Tsé.

    ResponderEliminar