Para decir que no tiene nada que decir un hombre escribe diez páginas. El mecanismo se repite en otros campos. Buscamos amor para demostrar que el amor, como absoluto, es imposible. Explicamos a otros lo que no entendemos. Viajamos hasta el fin del mundo para confirmar que ningún lugar es tan bueno como el propio. ¿Deberíamos entonces renunciar a la acción en todas sus formas? Al contrario. El deseo se sostiene siempre en su insatisfacción. Para decir que no tiene nada que decir un hombre escribe diez páginas.
L.
Interesante idea. El deseo se sostiene en su insatisfacción. Según entiendo el placer ocurre más en el acto de buscarlo que en el de encontrarlo...¿Es así?
ResponderEliminarClau