La dobló y la usó como a una adolescente, la conoció y le exigió las servidumbres de la más triste puta, la magnificó a constelación, la tuvo entre los brazos oliendo a sangre, le hizo beber el semen que corre por la boca como el desafío al Logos, le chupó la sombra del vientre y de la grupa y se la alzó hasta la cara para untarla de sí misma en esa última operación de conocimiento que sólo el hombre puede dar a la mujer, la exasperó con piel y pelo y baba y quejas, la vació hasta lo último de su fuerza magnífica, la tiró contra una almohada y una sábana y la sintió llorar de felicidad contra su cara que un nuevo cigarrillo devolvía a la noche del cuarto y del hotel.
Julio Cortázar/ Fragmento de Rayuela.
Al terminar de leer este fragmento me quede dura, sin palabras. No solo veia lo que pasaba sino que sentia cada palabra, cada movimiento, cada sensacion y desconcierto. Crei estar dentro de ella, ser ella, ser yo de quien estaba hablando Cortazar.
ResponderEliminarO.
Cada post de este blog es una luz y su lectura nos enseña a pensar y reflexionar.
ResponderEliminarEs un auténtico hallazgo el haberles encontrado.
Saludos.
http://misreflexioneslibres.blogspot.com
Un fragmento es más valioso que lo que se puede leer en una contraportada.....mi curiosidad suele ser vaga lamentablemente.
ResponderEliminarGracias