La prueba de amor no pasa por el sexo. Ni siquiera por la afinidad. La prueba definitiva consiste en poder estar juntos en silencio sin que eso implique una falta de diálogo, de ganas o deseo. Hay algo entre dos que no puede ni podrá decirse nunca. Y conviene aprender a convivir con eso. No es concebible en la pareja un camino libre de obstáculos (perdón por la mala palabra). Pero un hombre y una mujer dispuestos a aceptar lo indecible tienen posibilidades ciertas de acompañarse y vivir momentos de inusual intensidad.
L.
Estoy aprendiendo del silencio y los tiempos del silencio (individualmente y en pareja).
ResponderEliminarEs un sano ejercicio, y ahora puedo comprobar que tuve que pasar por lo que pasé para llegar a entender que el silencio no es incómodo, que no debe rellenarse ni buscar temas para conversar. El silencio sucede y está bien.
A.