La infidelidad no es un acto gratuito. No digo que esté bien o esté mal. No hablo de culpas dado que se trata de un hecho de la vida o, mejor, de un problema sin solución. Pero no es gratuito. Y no lo es aún considerando que, en ocasiones, se trata de un hecho inevitable y hasta necesario. En eso pensaba hoy luego de ver Luz silenciosa, la maravillosa película de Carlos Reygadas. El film se despliega como un lento abanico en el seno de una comunidad menonita de Chihuahua. La infidelidad, insisto, no es un acto gratuito. Y Luz silenciosa lo demuestra sin velos y hasta las últimas consecuencias.
L.
L.
Luis. ¿no puede existir la infidelidad como un acto gratuito? Tal vez con algunas precauciones y buscando bien la promoción, todo podría salir bien. Si tú mismo defiendes la infidelidad como algo necesario a veces ¿Por qué no ahondas un poco en eso? Quisiera saber bien que piensas, porque la verdad esta entrada me deja con un mal sabor.
ResponderEliminarSandra, Cali, Colombia. Subrepticia seguidora de este blog.
Porque siempre, por cualquier cosa que hagamos, Sandra, debemos pagar peaje. Eso no quita lo bailado. Pero ni lo bailado sale gratis. Ni lo no bailado.
ResponderEliminarL.
Considero acertadísimas estas palabras tan duras como reales. Todos pagamos peaje, POR TODO.
ResponderEliminarFelicidades por el blog, me he hecho seguidor de Uds. rezuma inteligencia y sobre todo vida, vida digna y real aunque a veces no nos guste demasiado. Sólo con inteligencia y perspectiva de la vida la llegaremos a vivir con intensidad.
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El apartado PREGUNTAS me parece una declaración de intenciones magnífica y certera y leído su PERFIL, completan un círculo digno de visitar y leer.
Por favor, necesitamos gente como Uds., escriban y escriban, ya hay un ser humano más que les va a leer.
Felicidades por su esfuerzo y trabajo.
Me gustaría me leyeran Uds. a mi.
Sinceramente.
http://misreflexioneslibres.blogspot.com