Podemos evocar muchas y variadas cosas con notable precisión. Todo o casi todo menos el dolor o el placer. A lo sumo es posible recordar las experiencias que generaron ambas sensaciones. ¿Pero quién podría describir con exactitud un dolor físico o espiritual sentido hace tiempo? ¿Qué hombre se animaría a revivir en todos sus detalles el goce que le produjo tal o cual mujer? La memoria es sabia y solo nos deja recuperar aquello que no puede destruirnos.
L.
L.
Si la memoria no contara con el olvido y pudiera hacernos revivir con precisión las experiencias dolorosas ¿cómo podríamos recuperarnos del fracaso? Las heridas físicas o del alma quedarían abiertas en un recuerdo permanente que anularía la esperanza de un mañana diferente. Creo que una memoria absoluta disminuiría nuestra experiencia del presente.
ResponderEliminarPor suerte ella es sabia.
Graciela B
Mi memoria debe estar en proceso.No debe ser tan sabia,deja pasar recuerdos que todavia pueden destruirme.
ResponderEliminarMaria Rosa
Es verdad, a veces (la memoria) se toma el tiempo de vernos fuertes para asaltarnos con tal o cual recuerdo, otras, irrumpe en un sueño sin demasiadas precisiones ni certezas, arrancando lágrimas en estado de inconciencia. Definitivamente la memoria es sabia.
ResponderEliminare.