jueves, 12 de agosto de 2010

El periodismo y la vida


Para el periodismo la vida se revela en el accidente y no en la continuidad. Hay minerales en Chile si estalla una mina. Hay cielo si se produce una conjunción planetaria. Países exóticos como Irak o Irán pasan a existir si caen torres gemelas o se presume una amenaza nuclear. Importan los ancianos que están solos si se mueren. Mientras están abandonados, medio muertos y enfermos carecen de interés. Y así con el amor, la lluvia, el sexo o el espectáculo. Para diarios, radios, revistas y canales no hay vida posible más allá de la interrupción. ¿Quién se ocupará entonces de la existencia considerada como línea y no ya como punto o fractura? Quizás los escritores y los artistas. O, mejor aún, nosotros mismos.
L.

2 comentarios:

  1. Es cierto. El periodismo sólo se ocupa de las rupturas y de hechos que, por lo general, no tienen un verdadero impacto en nuestra vida. Si se mira cuidadosamente, el 80% de los medios se concentran en la política y la farándula. Aunque siempre ha sido así. No creo que el periodismo sea el mejor lugar para enterarse de la realidad... es más bien un espacio para evadirla.

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  2. Acaso no puede haber periodistas rebeldes, revolucionarios, escritores, artista y más humanos. Dormirse es fácil, es cierto. Todas las condiciones están dadas. No querer conocer nombre, caras, lugares, también. Pensar que no es nuestro lugar, que desde allí no se contruye, es otra forma de penetrarnos en el mismo sentido. Yo prefiero una resistencia pequeña, casi invisible, pero constante.
    M. R.

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