domingo, 1 de agosto de 2010

Diez películas que cambiaron mi vida


Mentira. Ninguna película puede cambiar la vida de nadie. Ninguna persona. Ningún acontecimiento externo por mayor que sea su dimensión. Aún así hubo y hay filmes que se meten como gusanitos en la cabeza y siguen trabajando ahí hasta cuando dormimos. Menciono a continuación cuáles fueron y siguen siendo en mi caso. La ley de la calle (Francis Ford Coppola); Jules et Jim (François Truffaut); La Strada (Federico Fellini); Solaris (Andrei Tarkovski); El cielo sobre Berlín (Wim Wenders); Señales de vida (de Werner Herzog); Hierro/3 (Kim ki Duk); La esclava del amor (Nikita Mikhalkov); Los amantes de círculo polar (Julio Medem/foto); Koktebel (Boris Khlebnikov y Aleksei Popogrebsky).
L.

6 comentarios:

  1. Faltaria "Casablanca" para mi gusto, obvio, que quizá no es el tuyo. Y además Brasil,
    Que dios se lo pague, Tiempo de Revancha,
    Ensayo de Orquesta. ¡Que grande la diversidad!

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  2. Tomo la lista para ver las que me falta. De todas formas, Herzog, Wenders, Mikhalkov, todo muy serio. ¿Ni una comedia?
    F. Vico.

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  3. Aclaro que la lista ofrecida no se basa en criterios de calidad o importancia. Son películas que de una manera u otra me marcaron. Cuando la compuse descubrí además que la lista debería extenderse a cincuenta o cien. En ella no deberían faltar las películas "Climas", "La pizarra" y probablemente "Refugio para el amor", del gran Bertolucci.
    L.

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  4. Tengo un problema con Solaris: nunca he podido verla. Siempre algo pasa que me impide disfrutarla. Siempre. Hace poco, sin ir más lejos, hubo un ciclo de Tarkovsky en el IFT. Y daban Solaris. Y yo fui a verla. Pero no se porqué coños la habían postergado por otra película. El día que pueda ver Solaris, las estrellas comenzarán a apagarse...

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  5. Mentira. Una película bien puede cambiar la vida de alguien. Por ejemplo, puede hacer millonario al realizador y famoso a algún actor. Pero no, en realidad quería decir otra cosa. Yo me decidí a dejar la secundaria después de ver "La sociedad de los poetas muertos". Hoy se me escapan todos los detalles y quizás hasta lo fundamental de esa película, e incluso podría pensar que fue tan solo el empujón que necesitaba para tomar la decisión. Pero en aquel momento fue una influencia ineludible. Y cada día que transcurre gris y rutinario me retumban en un susurro las palabras "carpe diem", como un aviso del futuro.
    LH

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  6. Hoy entendí que mi vida debería estar en la basura: no he visto ni una.

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