lunes, 10 de mayo de 2010

Caballos en la feria


A la salida de la Feria del Libro, ayer, vi caballos en un establo. El detalle parece insignificante si se lo compara con el evento editorial del año. Había visto muchos libros, una cola de diez cuadras para escuchar a Dolina, chicas bonitas y casi desnudas ofreciendo tarjetas del supermercado Disco, gente firmando ejemplares, una fila de quince mujeres esperando para ir al baño, changuitos de los bibliotecarios llevando basura en caja para sus lugares de origen, niños sufriendo las inquietudes de sus padres eruditos. Por todo eso había pasado cuando, a la salida, camino a la puerta que lleva a Plaza Italia, vi un grupo de diez o quince caballos en un establo. Una joven limpiaba a uno de los equinos (el blanquito) con un cepillo. Los demás permanecían quietos con sus estribos y cubiertos de arpilleras. Fue un deslumbramiento. Por fin algo de verdad en la Feria del Libro. Tantas vanidades, tantos títulos, tantas promotoras. Los caballos no decían nada. Nadie los entrevistaba. Estaban quietos y cubiertos con arpilleras en absoluto silencio. La joven que les pasaba un cepillo y los cuidaba representaba sin saberlo el único hecho cultural notable en diez mil kilómetros a la redonda.
L.

4 comentarios:

  1. Cada uno va a la feria del libro por distintas prioridades. Conozco mucha gente que va por el simple hecho de decir que fué. Otros por su amor a los libros y la posibilidad de tener un contracto con algún autor o participar de alguna charla. Algunos que conozco van porque son "fanáticos" de las ferias (de todo tipo) y van a cualquier evento: expo de autos, gourmet, libros, cualquiera es buena excusa.
    Hay de todo-como siempre- y para todos los gustos. Yo fuí y me puse a observar varias de las cosas que sucedían en simultáneo, fué interesante.
    Sea cual sea el objetivo, recomiendo ir.

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  2. Muy buen post, Luis. Me hizo acordar a un lindo cuento que leí una vez. Caballos en la niebla, del gran Raymond Carver.
    Fer

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  3. Este año decidí no ir, por varios motivos.
    El más importante, porque odio pagar los libros más caros que en las librerías.
    Cada vez más la feria se parece a una feria.
    Yo pasé.

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  4. Creo que la mayoria de la gente q va a la Feria del libro es, justamente, la que menos lee. Lio de gente deambulando, stands unos encima de otros, y la contaminacion visual comercial. No veo que rescatar de ese 'evento', solo quizas algunas charlas.
    Esta vez fui para escuchar a Alessandro Baricco (el autor de Seda, libro super recomendado por Luis). La persona que lo entrevistaba era (supuestamente) una escritora conocida, sin embargo, sus preguntas me parecieron de lo mas estupidas y sus comentarios de lo mas irrelevantes, repetitivos y chupamedias, sin dejar de lado que cuando leyo en voz alta un par de versos, a todos nos dio verguenza ajena. Baricco habra sufrido seguramente una de las entrevistas mas tediosas de su vida. y nosotros, los que presenciamos ese show patetico, ni siqueira pudimos entender lo que el italiano decia: la organizacion de la charla termino siendo mas complicada de lo que podia ser.
    En fin, una vez mas, la feria no me impresiono, no me gusto, no me mostro nada. Ojala el establo hubiese aparecido ese dia.

    O.

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