miércoles, 19 de mayo de 2010

La sagrada familia


Padres que abusan de sus hijos, madres cómplices que prefieren callar, tíos babosos con las bonitas sobrinas, abuelos abandonados a su suerte por los queridísimos nietos. La sagrada familia no es tal. La mejor de todas esconde secretos pesados que luego afloran en las fiestas a gritos y botellazos. Solemos pensar que el mal está afuera. Error. El enemigo está adentro disfrazado de altruismo, simpatía y generosidad. Todo va bien hasta que aparece un problema. Ahí hace agua el espíritu filial. Sería mejor que cada cual arme a su modo un grupo familiar de preferencia. Y que lo haga con amigos y hermanos auténticos (o sea) más allá de los lazos de sangre. A veces nada resulta más siniestro o extraño que la familia propia.
L.

3 comentarios:

  1. Para mí lo peor es la indiferencia. Mis viejos no saben ni el nombre de las materias que curso en la facu. Creo que ni saben qué carrera hago. A veces me preguntan pero se olvidan al día siguiente. Mi hermana, en cambio, es más compinche. Muy buen post pese a su crudeza. Hace falta que alguien diga estas cosas en medio de tanta hipocresía.
    M.

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  2. No siempre hubo familias. La comunidad primitiva no conocía esa institución. Federico Engels relaciona la aparición de la familia con la herencia y la producción sobrante. Si vamos a endiosar todas las construcciones sociales estamos perdidos. Felicitaciones por el post.
    Ludmila

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  3. Anoche falleció Ernesto Garate, hombre de campo, falleció en el geriátrico. Allí lo depositó el hijo. Molestaba en la casa. A los 83 años la gente molesta.

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