Inés (compañera de trabajo) es buena lectora pero me dice que no le gusta la poesía. A mis alumnos de periodismo tampoco salvo raras excepciones. Y en general , salvo el círculo cerrado de siempre, lo poético parece haber pasado a mejor vida. Desde siempre soy lector y escritor de poesía. En eso no creo que haya cambios. Pero entiendo el rechazo visceral por lo poético. Los versos que se ven por ahí suelen ser abstractos, retorcidos, alejados de la vida. Muchos poemas están cruzados por el prejuicio (ridículo) de lo sublime. Aburren de tan elevados y pretenciosos. La buena poesía rehuye esos vicios. Los buenos autores hacen versos con un gato, un horno viejo, una bombacha sucia o la cabeza cortada de un halcón. Los que no me crean lean a Carver, a John Donne, Pound, Girondo, Teillier, Vallejo. Comprenderán que la poesía bien entendida es impura por definición. Y es (como todo lo que vale) un conocimiento menos convencional y revelador de lo que pasa y nos pasa.
L.
Llegó la hora de confesar que navego este blog diariamente y de manera anónima, casi clandestina, desde la computadora de mi trabajo... ¡Si supieran que esas imágenes de desnudos no son nada en comparación a todo lo que genera y dispara cada texto! Desde la clandestinidad y ahora dando la cara, les cuento me he convertido en un ferviente defensor y recomendador (¿se dirá así?, de este espacio. Lo hago como dicen ustedes con pesimismo en la teoría pero optimismo en la práctica. Sostengo también la idea de suspender el viaje...
ResponderEliminarGabriel
En la feria del libro, me crucé con un poeta Chileno (Carlos Johnson Bordalí) con quien estuve conversando un largo tiempo y me decía exactamente esa idea, me dijo "los buenos poetas no son los que adornan, decoran y maquillan un sentimiento o idea, los buenos poetas son buenos sintetizando, siendo directos, escribiendo con simpleza" y como le comenté que estudiaba periodismo aparte de interesarme la escritura y lectura me dijo "El oficio de la escritura tiene un punto de contacto inmenso: los dos tienen que ir al grano, al punto de la cuestión y no decorarlo".
ResponderEliminarPienso así también.
Esas letras espesas y babiadas solo evocan el séptimo piso de un edificio abandonado (quiero decir, alejado de la cotidianidad). Le apuesto a Inés, que si dedica un poema por día, va a obtener más poesía, a lo menos.
ResponderEliminarLa poesía está por todas partes. Están los que leen poesía y son hielos. Van a talleres de poesía y son hielos. Tienen una biblioteca enorme y son hielos.
ResponderEliminarY hay gente que dice hola y te derrite. Que mira y te sacude. Que lee o que no le gusta leer poesía (pero se desnudan tan poéticamente).
Salud por aquellos que leen y por los que no!