¿Te diste cuenta que entre nosotros ya no pasa nada? Recuerdo haberle hecho esta pregunta a mi primera mujer luego de siete años de convivencia y tras haber tenido hijos con ella. El interrogante se disparó en la cocina del departamento que compartíamos por aquel entonces. Desde ese punto no hubo regreso. Recordé la escena hablando en mi taller literario de algunos temas que se reiteran en los cuentos del norteamericano Raymond Carver. Paula -una joven participante- dijo en broma que, por si acaso, cuando se case eludirá ese lugar de la casa como escenario de conversación.
Todas las parejas van alguna vez a la cocina, le dije.
L.
Pero también es uno de los lugares preferidos para hacer el amor, ¿o no?
ResponderEliminarOjalá que sea tu caso, Paula.
Al leer el comentario anterior pensé que quizas no fui claro en la exposición del tema. No estaba hablando de cocinas ni de separaciones. Ni siquiera de sexo o de algún tema colateral. Tampoco hablo ahí de las parejas. Me refería por elevación a la famosa idea de Hegel según la cual lo que le pasa a un hombre (o a una mujer) les pasa a todos. Espero que este agregado ayude a entender mejor la idea.
ResponderEliminarL.
L.
Creo que la broma de Paula en realidad apuntaba a el deseo de eludir algo. En el post se intenta mostrar, precisamente, que esa actitud escapista no es posible. Hay que afrontar las cosas buenas y malas que inevitablemente ocurren por el simple hecho de estar vivos.
ResponderEliminarLuli Martínez.
La respuesta de Paula termina de cerrar el texto.
ResponderEliminarSi no es la cocina, será el patio y ni siquiera importa el lugar.
A todos nos pasan los mimos acontecimientos, sólo que la estructura intera y externa individual y de los involucrados, modifica cada variable de sensación, sentimiento, idea, pensamiento, etc.
Pero todos nacemos, amamos, morimos, dormimos...etc
Luis, tu idea se entendió.
ResponderEliminarPaula preferiría evadir -físicamente- la cocina. Vos dijiste: "Todas las parejas van alguna vez a la cocina", usando la definición física para mostrar ese lugar que no tiene nombre al cual siempre se llega en algún momento. Muchos piensan ingenuamente que podrán evadir ese momento. No hace falta la explicación. Como todos tus textos la historia cierra dos historias. Mostrás y no decís. Tranquilo, tu idea quedó clara.
O.
Como siempre Luis, como siempre.
ResponderEliminarTu idea siempre es clara y la transmitís con los términos justos.
Soy yo, que complico con mis comentarios...
Mis disculpas y mi admiración, la de siempre.
Entonces llegó el tiempo de construir casas sin cocina. Habitación y baño solamente y un fogón en el patio
ResponderEliminar