No se puede ser persona sin confrontar. El paso a dar no es sencillo. La sociedad culpa gravemente a quien resuelve desafiar la ley del mundo. Lo saben los adolescentes, los enamorados, los esclavos en todo tiempo y lugar, los homosexuales, los poetas, los que se portan bien pero se sienten mal. Hay que abrir la puerta para jugar el juego de los libres. Congelar el deseo resulta cómodo a corto plazo. Pero no después. Nadie debería sentirse culpable por querer ser. Al contrario. Debería actuar ahora. Sin decisiones no hay destino.
L.
Qué bueno reencontrarte, Luis. Me gusta el blog. Me gusta que el mundo suceda a pesar de uno. Cada día es una vida nueva. Ser. O no ser. Lo cual ya implica serlo. Por eso somos lo que decidimos. Un abrazo. Matías.
ResponderEliminary confrontar implica la decisión de elegir. quién quiere ser uno y cómo quiere ser.También hay algo que se deja en esto.Es muy movilizaddor poner la mirada en lo que no se vé a la hora de confrontar-se y decidir-se.
ResponderEliminarMaria Rosa
La comodidad frente al deseo puede actuar como una telaraña inmovilizándolo. Confrontar, desafiar, intentar. Atreverse a ser. Son buenas decisiones para evitar que sus hilos pegajosos, silenciosamente, se extiendan donde no deben.
ResponderEliminarGraciela B
Se me viene a la mente la célebre frase de Oscar Wilde "La única manera de librarse de una tentación es ceder ante ella".
ResponderEliminarCynthia De Simone
Las leyes del mundo, cuales son? Todos somos clichés con cualquier decisión que tomemos, si seguis los estatutos sociales de la "familia· caes en uno, si sos "libre" caes en otro. Es imposible liberarse de los estereotipos, quizá lo mejor es caer en el que nos quede mas cómodo...
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