S (alumna de escritura) tiene 23 años, es estudiante, bonita, etcétera. Días atrás me contó que dejó a su novio (oscuro, difícil, adicto al porro, etcétera) para que su madre (la de ella) no sufriera. La mamá de S lloraba en la cocina ante lo que consideraba su peor desgracia. Va a influenciarte -aseguraba como viendo el futuro-. Vas a fumar marihuana como él, te va a embarazar. Antes del comienzo de la clase le dije a S que no debió dejar a su novio y le expliqué por qué. Desde que nacemos somos nominados por nuestros padres para algo y para alguien. Por nuestros padres y la sociedad. Por la sociedad y la moral dominante. Nos enteramos de eso con el tiempo y cuando queremos reaccionar es tarde. O se hace difícil volver atrás. Vivir para realizar el sueño de otros no parece la fórmula ideal. Cumplir con el deseo propio ya requiere de un esfuerzo grandísimo. La vía sacrificial puede dejar a todos contentos pero sólo por un rato. Finalmente el procedimiento desemboca en frustraciones y (a la larga) no resulta. Si la mamá de S llora no lo hace por su hija sino por algo personal que solo un buen analista podría determinar. Para desdramatizar la cosa S me dijo que en realidad no estaba enamorada del chico. Ese no es el punto, le dije.
L.
L.
si hay algo que aprendí en estos años de vida (poquísimos, apenas 22) es que siempre es mejor hacer las cosas por uno que por los demás y por fin desprenderse del mandato social y materno-paterno. Nadie va a hacer nada por mí si no lo hago yo, es egoísta la fórmula pero efectiva.
ResponderEliminarComo decís, bastante esfuerzo demandan los sueños propios como para cumplir el ageno por problemas irresueltos del pasado.
Buen post, me gustó.
A.P
El tema es que no importa él, sino su elección. A quién eligió, por quién se sintió atraída. Puede haber dejado al chico por su madre, pero lo que tiene adentro tira. Y, a menos que se escuche y se entienda, el patrón... indefectiblemente se repite... en forma de adicto al porro, al trabajo, a la indiferencia, a la inacción, a la evasión, etc.
ResponderEliminarLamentablemente creo que S abrió la puerta para cometer en el futuro el mismo error si es que así lo consideró esta vez a su novio. Pueder ser también que se escude bajo la forma del sacrificio por otro para no hacerse cargo de la decisión que debería haber partido de ella. Por otra parte ¿podrá saber qué es estar enamorada?
ResponderEliminarGraciela B
¿El punto de qué?
ResponderEliminarMaestro, no haga quilombo. ¿A quien se le ocurre aconsejar a una mujer? Solamente a usted.
ResponderEliminarEntiendo a S. vivi lo mismo y decidi poner las cosas en la balanza. soy feliz con el, o soy feliz con mi entorno? que es lo que prefiero? con que me quedo?
ResponderEliminares dificil responder y creo que en cada caso la respuesta cambia.
O.
Me quedé pensando: el problema no es el otro, siempre, es uno o nosotros. Hay que dejar el egoísmo y ver el punto...
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