Uno puede enojarse con el mundo, gritar, aislarse, despotricar contra esto y aquello en un blog, discutir y hasta maldecir en todos los idiomas. Lo que nadie debería hacer es amargarse. No hay nada peor que eso. La amargura del anciano (viejo aunque tenga veinte años) para quien todo a su alrededor es una cagada. La amargura del nostálgico incurable según el cual todo tiempo pasado por pasado fue mejor. La amargura de quien no se abre jamás a nuevas posibilidades, nuevos pensamientos, nuevos caminos de acción y creación. La tristeza y la melancolía son parte del acto de existir.
La amargura (en cambio) es la peor parte de cualquier cosa.
L.
"sabemos que la vida es dura pero la amargura nunca es la solución" dice una canción de los uruguayos de la Vela Puerca, y es así: jamás es la solución.
ResponderEliminarA.P
Mmmm... pero si con la amargura hacemos algo y no simplemente fundamos un estilo de vida, bienvenida sea. Que la amargura traiga acción, que el actuar traiga cambios, que los cambios traigan paz y, que la paz, traiga aceptacion y comprensión.
ResponderEliminarAmargados que no quieren a nadie, viven renegando de todo, se los distingue por la cara de orto que llevan todos los días...
ResponderEliminarTal vez se esconda en el amargado un dejo de superioridad.Con su mal gesto busca demostrarlo a los demás. Nada ni nadie lo harán disfrutar del presente. Es incapaz de hacerlo.Es oscuro, impenetrable. Es pobre de espíritu.
ResponderEliminarGraciela B
El amargado no tiene futuro, el mate amargo en cambio, todo un porvenir.
ResponderEliminarSeguro que con llamar al amargado la peor parte, decirle que no tiene futuro y que es pobre de espíritu lo invitamos a sonreír...
ResponderEliminarUn mejor título y eje del relato: contra la amargura.
ResponderEliminarMaestro, ¿si pedimos que se instaure el día mundial del amargado? Tiene que ser un lunes (el lunes tiene cara de culo)
ResponderEliminarel lunes tiene cara de culo!!!!jsajajjajajaja seeeeee genial me encanto!
ResponderEliminary el domingo?