jueves, 10 de junio de 2010

Amor o matrimonio I


Pero también es hermoso compartir la soledad entre dos, leer un poema en voz alta, cocinar, ir a la cama, caminar hasta un parque, reír juntos del mundo inmundo, llorar, cantar, bailar, esperar, tener paciencia, cuidarse mutuamente, inventar islas de ensueño, viajar hasta ellas y después volver, armar un iglú en medio de la tempestad, subir a un barco de papel, tener hijos, no tenerlos, aceptar el desasosiego de estar vivos, darse mutuamente de beber, lavar los platos en estado de gracia, discutir, superar la discusión, mirar películas tristes, disfrutar de hacerlo, no fundirse en un todo, dejar que el otro sea, callar, meditar, hundirse en el abismo si es preciso. El acto de arder no debe confundirse con el amor loco. Menos aún con abordar el sexo a la manera de un despliegue gimnástico. La calma. Lo sagrado. Lo imposible. Quizás el problema esté en el nombre. No habría que bautizar nada. Palabras como matrimonio, marido, anillos, esposa, altar o luna de miel son un insulto para los que se aman de verdad. Estos últimos se colocan al margen de las instituciones y las palabras. Y no por rebeldes o por creerse genios. Simplemente y apenas porque así lo sienten.
L.

2 comentarios:

  1. Los tres textos me dejaron pensando. Si durar significa no arder entonces eso no es vida. Me emocionan algunas imágenes: subir a un barco de papel, reir juntos del mundo inmundo, el olor a bife es perfecto.Hay mucha poesía y eso me gusta. Besos. Angeles.

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  2. De los tres, me impactó éste. Tiene la fuerza de la verdad. El amor empieza y es de una manera, con el paso de los años cambia, muta pero la esencia está. Llevo muchos años (pero muchos) en pareja y me mueven muchas cosas cada día. Sigo teniendo ganas de irme a la cama con él, de dormirme en su hombro y de despertarme y saberlo ahí. A pesar de los años hay cosas que no se van, si lo que hay es amor en serio.

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