Me ilusioné ayer (como todos) viendo el partido México-Argentina. Grité los goles con ganas pero como a todos me quedó un gusto raro e indefinible. Antes de eso (a la mañana) alcancé a ver que el equipo alemán es demoledor. No sé nada de fútbol. No soy quién para decir algo sólido sobre el mundial. Hablo por intuición. Ayer (me cuesta decirlo) México debió ganar el partido. Jugó mejor y manejó la pelota casi todo el tiempo. Eso no puede negarse. Pienso que las ilusiones en general son peligrosas. Los antiguos chinos veían en ellas una amenaza. En el Guan yin zi, obra escrita probablemente por un taoísta anónimo en el siglo XVIII, hay una advertencia clara al respecto. Las mentes ocupadas en amores imposibles pueden ser atacadas por fantasmas lujuriosos. Las mentes ocupadas por la fortuna y el infortunio pueden ser invadidas y controladas por demonios. Las mentes ocupadas en juramentos y sueños pueden ser atacadas por fantasmas mágicos. Esos fantasmas toman forma de sombras, viento o truenos. Sólo el sabio, que no se conmueve con turbias ilusiones, puede controlar el acoso de los espíritus volantes.
L.
L.
Pienso también que las ilusiones pueden ser a veces peligrosas aunque otras ayudan a soportar momentos difíciles y hasta descubren caminos de superación. Es de sabios aprender su valor sin someterse a ellas. Balzac trató en su obra "Las ilusiones perdidas" el destino de Luciano Chardon de Rubempré provinciano de Angulema que llega a París para convertirse en poeta. Allí los espíritus volantes lo atrapan y lo arrastran por caminos jamás imaginados.
ResponderEliminarNo estaría de más darle un espacio a la prudencia mientras intentamos alcanzar la sabiduría.
Graciela B
El no ilusionarse es como un pecado. De ahí a pasar por iluso, no es muy largo el camino que hay que recorrer...
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