Hay un relato de Raymond Carver titulado así. ¿Es usted médico? Cuenta la historia de un hombre que estando solo en su casa recibe un llamado extraño. Una desconocida le pregunta si es médico y le dice que lo necesita con urgencia. El hombre está a punto de cortar pero no lo hace. Más tarde va a la casa de la mujer como quien obedece una orden. Hace poco recibí un mensaje similar. No fue por teléfono sino por mail. ¿Es usted psicoanalista? Lo firma una desconocida como la del cuento. Me dice que ha leído mis artículos y que, si soy analista, necesitaría verme con urgencia. Hace tiempo vi una película donde pasa algo así. Un contador es confundido con el psicólogo que atiende dos o tres puertas más adelante. El contador termina conversando con la mujer en varias ocasiones. No sabe si está actuando bien. Consulta incluso al verdadero psicólogo y le cuenta el caso pidiendo consejo. El profesional le dice que cuando una persona es convocada para ocupar un lugar determinado debe ejercer el rol que le ha sido asignado. Y debe hacerlo con la mayor decisión. ¿Debería responder al mensaje recibido? No tengo título habilitante para salvar a nadie. Ni siquiera soy bañero. Al margen del hecho puntual es indudable que todos necesitamos un médico ahora mismo. Hay algo que no está bien y cada cual sabe dónde sangra su herida. Sea lo que sea el mal debe ser tratado sin demora. ¿Es usted médico?
L.
Yo creo que todos necesitamos un psiconalista que no sepa la distancia entre la mente y un poema. Aquí aspiro a eso, a ser mi propio médico. Y ahí está el problema. Porque uno no puede resistir y aprender tantas cosas a la vez. Por eso buscamos ayuda, por eso leemos este blog.
ResponderEliminarUna vez leí un ensayo de Sigmund Freud referido al derecho que tienen los legos (obviamente formados cultural y humanamente, y habiendo sido objeto de largas y buenas terapias) a atender pacientes. Creo que deberías responder al llamado.
ResponderEliminarLudmila
Es probable que se trate de una asociación entre un terapeuta y una persona que pone atención al comportamiento ajeno y ofrece propuestas alternativas, recomienda y DESrecomienda, advierte y motiva. Los analistas escuchan a sus pacientes con una atención personalizada que pocas veces se encuentra en otro lugar. Es triste, pero actualmente llama la atención cualquier individuo que devuelva un gesto o comentario que realmente tenga que ver con aquello que se le ha contado. Es difícil que alguien llegue a concluir "qué bueno sentarme con esta persona, compartir unos mates y charlar de la vida (y las otras vidas y la no-vida también)".Mejor entenderlo como la posibilidad de tener una sesión de terapia.
ResponderEliminarNo sé si es necesario que te conviertas en un psicólogo circunstancial. Podés colaborar con la causa con tu compañía. Ojalá eso resulte suficiente.