La cadena McDonald’s debió retirar de cirulación doce millones de vasos decorados con personajes del dibujo animado Shrek. Lo hizo al trascender que todos ellos contenían cadmio, un metal de probado efecto cancerígeno. Anteriormente se difundió en el mundo un multipremiado film cuyo director (Morgan Spurlock) experimentó en su cuerpo los efectos letales de una dieta a base de combos. Ninguna de estas noticias produjo una caída en la asistencia de clientes de la cajita feliz. La empresa Marlboro admitió en 2009 que cada cigarrillo que produce contiene 3.800 sustancias tóxicas diferentes. La difusión del dato no acobardó a los fumadores y menos a los empresarios. Estados Unidos gastó este año 56 millones de dólares en la fabricación de cigarrillos. En lo que va de 2010 murieron por fumar un millón y medio de personas en todo el mundo. Podría añadir otros datos pero sé que es inútil. Los geniecillos que me rodean se ríen cuando lo hago. De algo hay que morir, dicen pícaros como si yo no lo supiera. Me pregunto por qué tanta gente se esmera en suicidarse de un modo tan poco romántico. Son los mismos que en Navidad mandan mensajes llenos de fe en la vida.
Es cierto que de algo hay que morir. ¿Pero por qué adelantarse tanto?
L.
Los datos usados para este post fueron tomados de http://www.worldometers.info, una prestigiosa web de estadísticas en tiempo real. No está de más visitarla con cierta frecuencia.
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