Se arrancan los ojos, se matan, se miran de costado. Hacen bardo en los pasillos y golpean la mesa. Son bravos caciques, valientes cobardes, heroicos inseguros. Saben lo que quieren. Les gusta el calor. Cierran todas las ventanas. La vida transcurre en cámaras de gas. Quieren el poder, la gloria de Macbeth, el áurea de Napoleón. Pero ellos son sólo ellos. Reyes de Liliput, un reino en desgracia.
L.
Mientras leo este post estoy en la oficina...Entiendo mejor de qué habla y lo comparto totalmente.
ResponderEliminarMarina Silva
En las oficinas todos adoptan un aire de trascendencia que bordea con lo infantil. Siempre he creído que los hombres que usan corbata y las mujeres que andan en tacones son niños (y niñas) grandes. Una oficina no puede tomarse como un lugar serio... a menos que lo sea.
ResponderEliminarLucas
Están enquistados en ese submundo y en esos despachos PORQUE TIENEN MIEDO, eso es todo...
ResponderEliminarPaola
jaja Buenisimo comparto que tienen miedo!
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